Rescate entre ciudadanía y gobierno en edificio colapsado.
Courtesy of Ignacio Rosaslanda.
Las afectaciones alrededor del 19S no se deben al sismo magnitud 7.1, sino a la falta de atención integral a la emergencia, a la reconstrucción y sobre todo a la ausencia de una política pública de gestión de riesgos. En una de las ciudades más grandes del mundo, donde las dinámicas sociopolíticas son complejas, ¿cómo entender el problema mientras se enfrentan las pérdidas humanas y los daños en casas, escuelas y trabajos que trastocan la vida diaria? ¿Cómo exigir que la atención inmediata tenga visión a futuro?
La Ciudad de México, fundada en el lecho del lago de Texcoco, es particularmente vulnerable a los terremotos. Los sitios más afectados están ubicados a lo largo de la orilla del extinto lago. La geografía no es la culpable; la fragilidad ante desastres se ha exacerbado por la intensa extracción de agua del subsuelo, agravada por la tala de árboles en barrancas que captaban agua. El riesgo se acentúa por la ausencia de asesoría en la autoconstrucción de vivienda, la omisión en la revisión de nuevas construcciones y la falta de protocolos de emergencia. Aunado a esto, la normativa urbana beneficia principalmente a empresas inmobiliarias y la falta de gestión de riesgos aumenta los retos que sus condiciones geográficas presentan.
Escuchar y reconocer las voces de vecinos afectados es indispensable, así como enriquecerlas con las experiencias y balances que han surgido de organizaciones no gubernamentales, académicos y personas expertas en sismos y su atención.
Es necesario entretejer información y transformarla en acciones de gobierno. Como ciudadanía es indispensable exigir que la reconstrucción contemple la justicia ambiental y la garantía de derechos humanos para todas las personas que habitan, trabajan o visitan la ciudad.







Our Point of View
Entendemos como Justicia Ambiental: las medidas y acciones que buscan beneficiar a todos los seres vivos, respecto a la distribución equitativa de los recursos necesarios para una buena calidad de vida de manera sustentable y sin perjudicar a otros. Consideramos que la justicia comienza con el reconocimiento del problema.
La Ciudad de México sufrió un sismo de 7.1 grados el 19 de septiembre de 2017 (19S) el cual cobró vidas y dejó extensos daños materiales. El recuerdo del 19S es agridulce; a pesar de los dos años que han pasado, la reconstrucción aún no termina y en algunos casos no ha comenzado. En los días posteriores al desastre hubo una importante disparidad entre la reacción del Estado, marcada por su ausencia, y la de la sociedad civil, que desbordó solidaridad. Con el tiempo los damnificados y la reconstrucción parecen no ser prioridad para nadie.
El sismo es un parteaguas en la vida de la ciudad y surgen preguntas como: ¿Qué aprendimos como ciudad sobre la gestión integral de riesgos? ¿Qué vulnerabilidades tenemos? ¿Qué camino es posible transitar hacia la seguridad? ¿Podemos reconstruir para mejorar la justicia ambiental?
En colaboración con la ONG C19S elaboramos las narrativas que aquí presentamos. Estas fueron creadas a partir de acompañar a vecinos afectados, evaluar políticas públicas y tratar de incidir en ellas. Articular y exponer los diversos problemas en relación a la reconstrucción a estudiantes y público en general ha sido un reto pero creemos haber logrado aclarar algunos puntos importantes en medio de tanta incertidumbre.
—Universidad Autonoma Metropolitana-Cuajimalpa
—CIUDADania19s